Hoy reproducimos un artículo de Darío Duarte sobre el control en la economía actual.
No tiene desperdicio
No es lo mismo "a mi me parece", "me lo dijo el novio de una amiga", "lo leí en una revista en la peluquería mientras esperaba el turno" que, tener los NUMEROS y MOSTRARLOS.
Como me gustan las cosas ordenadas, el temario es este:
1. Definamos CONTROL
2. Veamos el DESCONTROL.
3. Entendamos QUE HICIMOS (pasado)
4. Entendamos DONDE VAMOS (futuro)
===
1. Definamos CONTROL
Hablando en términos de peras y manzanas digo que hay "control" cuando marcho en la dirección que QUIERO y, a la inversa "descontrol" es cuando el devenir de los acontecimientos escapan a mis acciones.
El "control" puede ser milimétrico o genérico... cuando conduzco el auto no tengo idea las revoluciones exactas o el torque que estoy usando en cada momento en concreto... pero voy a donde yo quiero !
El "descontrol" es cuando, por hielo en el camino, el coche va para cualquier lado -pese a mis esfuerzos- y termina donde el destino quiere -no yo-.
Y digo esto porque, en la macroeconomía puede que no tengas el "fine tuning" perfecto pero, no es lo mismo ir en la dirección que quieres a derrapar en el hielo.
NO CONTROL - FALTA DE CONTROL - DESCONTROL - PERDIDA DE CONTROL en todo caso sería ir en direcciones que NO manejo
===
2. Veamos el DESCONTROL.
En la economía podemos considerar diferentes "vistas". Una de las más generales y que refleja bastante bien el panorama es la cotización de las grandes bolsas. Allí se observa con claridad cuándo hay "control" y cuando hay "descontrol".
El "fine tuning" puede no ser perfecto pero, los momentos de DESCONTROL se ven claramente de todos modos.
Este es el Dow Jones desde el 1900 a la fecha.
Acá les muestro el que es, quizás, el mayor "descontrol" que hemos vivido... la crisis del 29 que implicó caer por una barranca sin fin hasta 1932.
Esto es descontrol y no bromas !!
y ahora veamos los dos momentos que nos ocupan. El siguiente "descontrol" (el del 2008) y el actual"descontrol" (el del 2014 según Antonio).
Como podrán ver el "pequeño descontrol" del 2003 se ve claramente, mucho más el "gran descontrol" del 2008... pero... dónde está el "descontrol" del 2014 al que hacen referencia ?
Yo lo que veo en el 2014 es la mayor cotización bursátil de toda la historia !!, en qué parte cae, duda, se mueve, trepida, tiembla o se hace caca el gráfico del 2014 para hablar de "descontrol" ?
NO hay "descontrol", verdad ?
===
3. Entendamos QUE HICIMOS (pasado)
Mientras que el "descontrol" del 29 tomó UNA GUERRA MUNDIAL para salir del mismo, el "descontrol" del 2008, a falta de guerras, tuvo que ser cubierto de un modo novedoso... DINERO ILIMITADO !!
Por primera vez se probó un nuevo medicamento que consistía en aplicar sumas ilimitadas de dinero al problema... hacerlo no era difícil (el dinero se inventa), el problema grave será "bajarse de ese Tigre".
Para ello, se crearon diferentes políticas conocidas como QE1, QE2, QE3, twist, QE4 y un montón de nombres simpáticos adicionales.
El que tenga ganas de conocerlas, saber sus fechas, montos y situaciones, lo derivo a este breve, sintético y completo artículo (en inglés):
http://useconomy.about.com/od/glossary/g/Quantitative-Easing.htm
Básicamente del 2008 a la fecha se han usado unos 4 CUATRILLONES (yanquis) de dólares o, dicho de otro modo unos CUATRO TRILLONES (en numeración europea) de dólares para ir cubriendo los huecos.
El número es tan exótico y fuera de nuestra experiencia que, es difícil darles un ejemplo concreto de lo que significa pero teniendo en cuenta que el PBI -real- de España es de 800 billones de dólares (el falso que usan en las estadísticas dicen que es de 1000 billones o un trillón pero, está inflado) podríamos decir que, en el mapa del mundo secrearon "cinco españas".
O, si lo prefieren y dado que el PBI argentino es de la mitad, digamos que se pusieron DIEZ argentinas, una al lado de la otra.
En realidad no se crearon nuevos países sino que se agregó un monto similar a sus economías en la economía de EE.UU.
Dado que la FED hasta cambió el modo en que nos deja sacar los gráficos para disimular un poco esto, no encuentro gráficos a mano que incluyan el twist y el QE4 (para llegar a los 4 trillones actuales) pero, todavía hay gráficos de cuando andábamos en los 2.5 trillones al principio del QE3 y que sirven para mostrar esto:
Y, esas masas brutales de dinero (5 Españas o 10 Argentinas completas) se fueron usando para ir "cubriendo huecos" en diferentes áreas de la economía, ora comprando bonos, ora comprando hipotecas, ora comprando acciones, etc.
NOTA = Este gráfico sólo llega al 2010 y lo pongo, no porque cubra todo el período sino para que vean cómo si iba poniendo dinero en diferentes cosas mientras se sumaba más y más y más hasta llegar a 4 trillones (yanquis) de dólares.
Sumar en el mundo 5 Españas o 10 Argentinas no se hace "gratis". Así como gran parte de ese dinero se puso por un lado y se sacó por otro, una gran parte de él hizo que:
- Las acciones no pararan de crecer en su cotización aunque las empresas no crecieran en la realidad.
- El oro duplicara su cotización (de $ 850 al inicio hasta U$S 1920 en su tope) y la plata lo acompañó.
- Los commodities en general subieran de precio.
- El petróleo acompañara el proceso sosteniéndose en torno a los U$S 110 hasta el 2013.
===
4. Entendamos DONDE VAMOS (futuro)
Con un "control" exquisito -un poco bruto pero control al fin- fue posible "salirse" de la crisis del 2008 con 4 trillones (yanquis) de dinero pero sin una Guerra Mundial.
El punto ahora es que hay que cortar eso -algún día hay que hacerlo- y, no se sacan de los balances 4 trillones de dólares así como así, hay que preparar muy bien el terreno si quieres hacerlo con CONTROL.
Porque, si esto se DESCONTROLA, el impacto no sólo pega en el oro, plata, commodities o petróleo sino que pega también en la bolsa.
Para peor la experiencia mostraba que, cada vez que se "acababa" el dinero de un QE, las bolsas bajaban y el dinero se iba al oro, plata, commodities en general.
El modo de SALIRSE CON CONTROL de todo esto es, domesticar primero las puertas de salida (oro, plata, commodities) a fin de evitar que el dinero se VAYA DE LA BOLSA y BAJE LAS COTIZACIONES.
- Por qué un ser humano racional querría tener acciones de "humo" en Facebook antes que unos buenos lingotes de oro o un contrato de café o trigo o unos barriles de petróleo ?
Sencillo: Tengo que "bajarle" el precio a todo eso para que NADIE SE SALGA DE LA BOLSA mientras voy desinflando el globo.
Eso es CONTROL.
Y acá tienen la evolución de los precios de los futuros del ULTIMO TRIMESTRE. Como podrán ver todas las bolsas e indices (humo) han crecido y todos los commodites (cosas reales) han bajado.
- Esto es "natural" ?
En parte si. Te saco dinero y TODO BAJA.
- Pero entonces por qué no baja la bolsa ?, es que las empresas están prósperas y boyantes ?
NO. Las empresas NO ESTAN "prósperas y boyantes" pero, si me encargo de "cerrar las puertas" de un modo CONTROLADO, te dejo en el corral y no puedes salir.
Y, desde hace UN AÑO que se vienen tomando diferentes medidas para "cerrar las puertas".
Dado que muchos mercados se controlan desde los FUTUROS, con dinero y contratos se puede manejar la orientación de los precios al menos durante un PLAZO ACOTADO.
Yo puedo bajarte (con contratos en el mercado de Chicago) el precio de la soja hasta la verguenza y, como la cosecha es ANUAL durante un año al menos puedo mantener esa ficción... al cabo de un año NADIE siembra soja y entonces no hay modo de seguir con la farsa pero, al menos durante UN AÑO puedo, si quiero, ponerte la soja a precios de burla.
Y, con el trigo, soja, café, cacao o azúcar (cosechas anuales) puedo manejarte la cosa durante un año.
Otros mercados son más exóticos (caso del oro o la plata) porque no dependen de la PRODUCCION sino de los STOCKS (nadie ha "quemado" el oro o plata que se han sacado desde que empezamos la minería, andan por ahí dando vueltas). Ahí puedo manejarlo en los PAPELES por más tiempo aunque en la REALIDAD el oro y la plata se hayan movido rumbo a oriente (los chinos no son tontos y compraron todo).
Y otros mercados, si bien tienen su INERCIA, son de resolución más breve (trimestres o semestres) y, para pegarles el zarpazo tengo que esperar el momento justo... es el caso del PETROLEO que, recién empezó a bajar en Septiembre y fue en Octubre donde los árabes avisaron que LO IBAN A BAJAR porque se le salía del nabo.
El petróleo lo dejaron para el final -por sus características- pero, está TAN EN CONTROL como el resto de las cosas.
===
Ahora bien:
- El petróleo bajó de precio porque hay "sobreproducción" ?
PARA NADA !, se produce más o menos lo justo. No hay nuevos pozos o cosas raras y, el fracking ha venido a sumar lo que, por otro lado, se ha ido perdiendo (con la baja de producción en Irán o Libia, etc.)
- El petróleo bajó de precio porque hay "recesión" ?
NOO !, el mundo venía más o menos marchando y, lo peor de la crisis había pasado. Nadie puede decir que haya habido una FUERTE BAJA en el consumo desde Septiembre que empezaron las bajas.
- El petróleo bajó porque "el mercado" no estaba dispuesto a pagar su precio ?
NONES. Todo el mundo pagaba U$S 110 el barril y nadie se rasgaba las vestiduras por ello.
===
El petróleo bajó por la acción de Arabia Saudita en el mercado de contratos y futuros y, ellos lo han hecho para "ayudar" a cerrar las puertas que darían salida al dinero de las bolsas ahora que la política de la FED ha cambiado y tiene que cerrar los grifos del dinero mágico.
Es una situación de TOTAL CONTROL !!
===
Eso si... y esto que quede claro.
Que la acción sea de TOTAL CONTROL no significa que tenga RESULTADOS BUENOS ASEGURABLES.
Estamos en un territorio minado y, todo este "control" puede terminar en el descontrol más grande que podamos imaginar. Pero eso lo dirá el futuro porque, no tenemos experiencias previas de haber metido 4 trillones de dólares en el mercado y salirnos de ello.
O se puede hacer "controladamente" -como hasta ahora- o esto se desmadra y Dios sabe a dónde vamos a parar.
Pero, que ahora estamos EN CONTROL, es un hecho. Que sigamos en él, ya lo veremos.
===
Queda claro entonces que esto es una sencilla "implosión controlada" y que, TODO lo que han visto hasta ahora es CONTROL ?
La duda es si seguirá así o no (no hay precedentes de control a esta escala) pero, por ahora es lo que hay.
El referéndum del Sarre. ¿Pero qué demonios fue eso?
Cuando hablamos del referéndum del Sarre, la mayor parte de la gente no sabe a qué puñetas se puede estar haciendo referencia. Los entendidos piensan en el referéndum de 1957, por el que los ciudadanos de esta región, bajo control francés, decidieron ser alemanes. Pero hubo otro...
Y este otro es es el que más llama la atención, quizás por la extrañeza de su resultado y por que nos enseña algunas cosas importantes, como que las cuestiones materiales, incluso las políticas, no están por encima del sentimiento de la gente. Despachar el sentimentalismo con tres frases de menosprecio puede ser muy racional, pero no es prudente.
¿Qué ocurrió en el Sarre? Es largo, pero trataré de resumirlo:
Tras la derrota alemana en la I Guerra mundial, el Tratado de Versalles de 1919, estableció que el Sarre quedaba bajo soberanía de la Sociedad de Naciones, pero administrado por Francia y sujeto a las leyes e instituciones francesas durante un periodo de 15 años a contar desde 1920. La idea era que este territorio, con toda su gente, sirviese de pago anticipado a Francia por todos los daños sufridos durante la guerra.
Y este otro es es el que más llama la atención, quizás por la extrañeza de su resultado y por que nos enseña algunas cosas importantes, como que las cuestiones materiales, incluso las políticas, no están por encima del sentimiento de la gente. Despachar el sentimentalismo con tres frases de menosprecio puede ser muy racional, pero no es prudente.
¿Qué ocurrió en el Sarre? Es largo, pero trataré de resumirlo:
Tras la derrota alemana en la I Guerra mundial, el Tratado de Versalles de 1919, estableció que el Sarre quedaba bajo soberanía de la Sociedad de Naciones, pero administrado por Francia y sujeto a las leyes e instituciones francesas durante un periodo de 15 años a contar desde 1920. La idea era que este territorio, con toda su gente, sirviese de pago anticipado a Francia por todos los daños sufridos durante la guerra.
El Sarre, por tanto, pasó a ser francés como indemnización.
Cuando llegó 1935, y cumpliendo con lo escrito en el Tratado, los franceses organizaron el referéndum con tres opciones posibles para los votantes:
-Seguir en Francia.
-Ser país independiente.
-Unirse a Alemania.
Tened en cuenta que era en 1935, con los nazis ya en el poder en Alemania, mientras aún se sufría una situación económica catastrófica en ese país y Francia se desarrollaba rápidamente.
Pues bien: el resultado fue:
-0,4% seguir siendo franceses.
-8,9 % convertirse en un país independiente.
-90,7 % unirse a Alemania.
Y eso que el referéndum lo convocaba Francia, lo organizaba Francia y Francia había hecho toda la campaña electoral, porque al gobierno alemán, obviamente, no se le permitió hacer campaña institucional en un país que, de momento, no era el suyo.
A los ciudadanos del Sarre les importó un carajo el nazismo, el desempleo, la pobreza y la oferta de independencia. Se hicieron alemanes porque sí, y listos.
Pero no termina ahí la cosa. Como todos sabemos, el asunto empeoró lentamente y hubo otra guerra. El Sarre, tras grandes bombardeos y sufrimientos, volvió a ser francés. Al final de la II Guerra Mundial, y para dar carta de legitimidad a la anexión, se comprometió un nuevo referéndum.
Este referéndum se celebró el 23 de octubre de 1955, y de nuevo fue organizado por los franceses. La participación fue del 96,5 %, y aunque el mismísimo Konrad Adenauer pidió el voto para la opción que propugnaba un Estado independiente (por quitarse problemas, más que nada), los ciudadanos del Sarre votaron :
67,7 % a favor de volver a Alemania.
32,3 % Tener un estatus europeo especial, como país independiente.
Y volvieron a la Alemania chunga, a la del trabajo voluntario, las restricciones y la reconstrucción.
Francia no se lo podía creer. Adenauer tampoco. El pueblo alemán lo celebró en las calles por todo lo alto.
¿Aloguien va a aprender algo de esto o tengo que ser más explícito?
La gran jugada que nos preparan las industrias petroleras
Aunque se trata de un tema que pasa de largo por las páginas de los periódicos y la programación de las televisiones, la conducta de la industria petrolera resulta bastante extraña en los últimos tiempos, y es más extraña aún porque ni siquiera están ocultando su estrategia.
Las petroleras están desinvirtiendo y ni siquiera ellas lo niegan. Tanto Shell, como Total, como casi todas las compañías multinacionales, han incrementado sus dividendos y se han lanzado a una agresiva política de venta de activos.
Los analistas bursátiles, si embargo, celebran este incremento de la rentabilidad pasando de puntillas sobre las causas, así que vamos a explicarlo, porque la cosa tiene mucha miga.
La industria petrolera, como todas, obtiene unos ingresos de lo que vende, soporta unos gastos operativos, y la diferencia es el beneficio, que puede destinar a reinversión o repartirlo entre sus accionistas. La diferencia con otra industria cualquiera es que en el caso de las actividades mineras extractivas, hay que dedicar una parte muy importante de los ingresos a abrir nuevos pozos, ya que los antiguos se van agotando.
Por lo tanto, el hecho de que las industrias petroleras estén repartiendo dividendos muy superiores a lo habitual, puede deberse a dos razones:
-Que estén ganando dinero a mansalva, que es lo que parece celebrar el mercado de valores.
-Que estén repartiendo como dividendo el dinero destinado a abrir nuevos pozos y realizar nuevas inversiones, que es lo que en realidad están haciendo y ni siquiera lo ocultan. Algunas, incluso, han anunciado que están pidiendo créditos para pagar dividendos, porque el resultado normal anual no llega ni para eso.
¿Una locura? Lo parece, pero no lo es tanto.
Su idea consiste en que dentro de uno o dos años, al no haberse realizado las inversiones necesarias, el petróleo comience a escasear, lo que llevará a una enorme subida de precios (que les beneficia) y en muchos casos al rescate público de estas industrias, ya que la sociedad seguirá necesitando el petróleo. La idea es repartir el dinero entre los accionistas, dejar las empresas en los huesos y esperar que los Gobiernos, o sea nosotros, las recapitalicemos con dinero de todos cuando llegue el momento en que veamos que si no lo hacemos se para la sociedad por falta de energía.
Por eso no les importa pedir prestado para pagar dividendos: porque esos préstamos no los van a devolver ellos, sino nosotros. Por eso no les importa repartir entre los accionistas lo destinado a reinvertir, porque vamos a reinvertir nosotros, y no ellos.
Saquear la empresa propia cuando estás seguro de que alguien te va a rescatar es un negocio más lucrativo que sacar petróleo. Y se han dado cuenta.
Las petroleras están desinvirtiendo y ni siquiera ellas lo niegan. Tanto Shell, como Total, como casi todas las compañías multinacionales, han incrementado sus dividendos y se han lanzado a una agresiva política de venta de activos.
Los analistas bursátiles, si embargo, celebran este incremento de la rentabilidad pasando de puntillas sobre las causas, así que vamos a explicarlo, porque la cosa tiene mucha miga.
La industria petrolera, como todas, obtiene unos ingresos de lo que vende, soporta unos gastos operativos, y la diferencia es el beneficio, que puede destinar a reinversión o repartirlo entre sus accionistas. La diferencia con otra industria cualquiera es que en el caso de las actividades mineras extractivas, hay que dedicar una parte muy importante de los ingresos a abrir nuevos pozos, ya que los antiguos se van agotando.
Por lo tanto, el hecho de que las industrias petroleras estén repartiendo dividendos muy superiores a lo habitual, puede deberse a dos razones:
-Que estén ganando dinero a mansalva, que es lo que parece celebrar el mercado de valores.
-Que estén repartiendo como dividendo el dinero destinado a abrir nuevos pozos y realizar nuevas inversiones, que es lo que en realidad están haciendo y ni siquiera lo ocultan. Algunas, incluso, han anunciado que están pidiendo créditos para pagar dividendos, porque el resultado normal anual no llega ni para eso.
¿Una locura? Lo parece, pero no lo es tanto.
Su idea consiste en que dentro de uno o dos años, al no haberse realizado las inversiones necesarias, el petróleo comience a escasear, lo que llevará a una enorme subida de precios (que les beneficia) y en muchos casos al rescate público de estas industrias, ya que la sociedad seguirá necesitando el petróleo. La idea es repartir el dinero entre los accionistas, dejar las empresas en los huesos y esperar que los Gobiernos, o sea nosotros, las recapitalicemos con dinero de todos cuando llegue el momento en que veamos que si no lo hacemos se para la sociedad por falta de energía.
Por eso no les importa pedir prestado para pagar dividendos: porque esos préstamos no los van a devolver ellos, sino nosotros. Por eso no les importa repartir entre los accionistas lo destinado a reinvertir, porque vamos a reinvertir nosotros, y no ellos.
Saquear la empresa propia cuando estás seguro de que alguien te va a rescatar es un negocio más lucrativo que sacar petróleo. Y se han dado cuenta.
Por qué se preocupa Rusia con lo de Ucrania (en cuatro mapas)
Las explicaciones simples no siempre son acertadas, pero siempre hay que tenerlas en cuenta. Así es como los rusos ven acercarse la frontera adversaria:
1938
1980
1990
2014
Y si después de haber visto cómo se reduce la flecha, no lo comprendemos, es que carecemos de entendimiento para lo simple. Quizás , el peor defecto...
¿Por qué las izquierdas apoyan a Putin?
Uno de los fenómenos más llamativos en la vida política de los últimos años es el apoyo, casi incondicional, que el líder ruso, Vladimir Putin, recibe de la izquierda política europea, y más concretamente de sus bases sociales.
En cualquier foro de internet puede verse: los conservadores o liberales apoyan a la Uinón Europea, o a los EEUU, mientras los que se sienten más de izquierdas se posicionan frecuentemente cerca de las posturas de Putin en temas como Ucrania, la energía, o lo que en su momento surja.
Y el caso es que, curiosamente, Putin es, de todos los líderes actuales, el que más rasgos políticos y personales comparte con los líderes fascistas de los años treinta. Personalismo, nacionalismo, mano dura, burlas a la democracia, arbitrariedades en lo judicial, permamente amenaza del uso de la violencia como modo de resolver conflictos... Lo tiene todo, y la extrema derecha suele estar entusiasmada con él, algo del todo normal. Pero el caso es que la izquierda progresista le sigue apoyando. ¿Por qué?
El motivo más posible es el viejo forofismo, que al ser emocional y no racional es difícil de ser desarraigado. La izquierda apoya a Rusia por contraposición al imperialismo norteamericano, y considera a este país como el único que pude oponerse de manera efectiva a la hegemonía yanky. El hecho de que Rusia haya caído bajo el control de un régimen autocrático de derechas parece no importarle a nadie: son los rusos, los viejos soviéticos, los antiguos comunistas, los nuestros.
El caso es idéntico al que se pudo y aún se puede observar con muchos neonazis, que apoyan las decisiones de Alemania porque es su origen histórico, aun a pesar de que Alemania sea hoy un país democrático y terriblemente cuidadosos en sus leyes con cualquier signo de militarismo o discriminación. Da igual. Esa es su casa y por eso la apoyan.
A nivel psicológico, se trata de una simple incapacidad para entender que el mundo evoluciona, que los países y las sociedades avanzan y se mueven política y sociológicamente. Se trata de vagancia intelectual, de resistencia a abandonar el encasillamiento fácil y automático y de no tener que obligarse a reflexionar sobre quién es quién, hoy, ahora y en estas determinadas y precisas circunstancias.
Siguiendo el hilo argumental, y para terminar con una sonrisa, sólo me queda por recomendar a toda esa gente que deje ya, de una buena vez, de reírle las gracias a la exnovia. Se acuesta con otro.
En cualquier foro de internet puede verse: los conservadores o liberales apoyan a la Uinón Europea, o a los EEUU, mientras los que se sienten más de izquierdas se posicionan frecuentemente cerca de las posturas de Putin en temas como Ucrania, la energía, o lo que en su momento surja.
Y el caso es que, curiosamente, Putin es, de todos los líderes actuales, el que más rasgos políticos y personales comparte con los líderes fascistas de los años treinta. Personalismo, nacionalismo, mano dura, burlas a la democracia, arbitrariedades en lo judicial, permamente amenaza del uso de la violencia como modo de resolver conflictos... Lo tiene todo, y la extrema derecha suele estar entusiasmada con él, algo del todo normal. Pero el caso es que la izquierda progresista le sigue apoyando. ¿Por qué?
El motivo más posible es el viejo forofismo, que al ser emocional y no racional es difícil de ser desarraigado. La izquierda apoya a Rusia por contraposición al imperialismo norteamericano, y considera a este país como el único que pude oponerse de manera efectiva a la hegemonía yanky. El hecho de que Rusia haya caído bajo el control de un régimen autocrático de derechas parece no importarle a nadie: son los rusos, los viejos soviéticos, los antiguos comunistas, los nuestros.
El caso es idéntico al que se pudo y aún se puede observar con muchos neonazis, que apoyan las decisiones de Alemania porque es su origen histórico, aun a pesar de que Alemania sea hoy un país democrático y terriblemente cuidadosos en sus leyes con cualquier signo de militarismo o discriminación. Da igual. Esa es su casa y por eso la apoyan.
A nivel psicológico, se trata de una simple incapacidad para entender que el mundo evoluciona, que los países y las sociedades avanzan y se mueven política y sociológicamente. Se trata de vagancia intelectual, de resistencia a abandonar el encasillamiento fácil y automático y de no tener que obligarse a reflexionar sobre quién es quién, hoy, ahora y en estas determinadas y precisas circunstancias.
Siguiendo el hilo argumental, y para terminar con una sonrisa, sólo me queda por recomendar a toda esa gente que deje ya, de una buena vez, de reírle las gracias a la exnovia. Se acuesta con otro.
¿Cuántos españoles se jugarían la vida por defender a los gitanos de su pueblo?
Llevo un tiempo documentándome sobre cómo fue en realidad la ocupación nazi de Francia y me he encontrado con unas cuantas sorpresas, aunque en realidad debería decir que no lo son tanto, porque la naturaleza humana no cambia gran cosa en pocos años y la mayoría de las circunstancias que he ido leyendo o escuchando ya me las imaginaba: al final, la gente trata de sobrevivir, de vivir, de pasar el tiempo lo mejor que puede y de evitar los peligros lo más hábilmente que logra imaginar.
No voy a hablar, por tanto, de la desproporcionada cifra de colaboracionistas respecto a los cuatro gatos de la resistencia, de los treinta mil franceses que se presentaron para dos mil plazas en la Gestapo, ni de todo el montón de porquerías que se suele sacar a a colación en estos casos. Eso queda para otro momento u otro lugar, y siempre, si puedo, tratando de entender lo que somos los seres humanos.
Lo que quiero, sin embargo, es compartir el testimonio de María, una gaditana expatriada de España durante nuestra guerra civil y que acabó en Lyon por muy diversas vicisitudes. Y quiero compartirlo para que no juzguemos tan a la ligera ni pensemos que somos mucho mejor que nuestros abuelos o nuestros bisabuelos.
Os pongo en antecedentes.
Resulta que antes de la ocupación alemana, los judíos franceses vivían un poco por todas partes, como todo el mundo. No es que hubiese muchos, pero había unas cuantas decenas de miles. Hay quien dice que hasta doscientos mil, pero no me meto en semejante debate. Hasta ahí, todo normal.
Pero resulta que tras la sorpresiva ocupación alemana de Francia, los judíos, con buen criterio, pensaron que tras la rendición el censo caería en manos de los nazis, con lo que no era buena idea seguir residiendo en sus domicilios habituales, porque los pillarían como a ratones por el simple procedimiento de consultar el censo o los registros municipales. Todo normal también, dentro de las circunstancias del momento.
Así las cosas, muchos judíos cambiaron de domicilio, alquilaron otra casa, se fueron al campo, o cambiaron su residencia del algún modo. Pero les sirvió de poca cosa, porque sus vecinos los denunciaban constantemente o simplemente miraban para otro lado cuando los nazis iban a por ellos.
Y aquí es dónde entra María, la gaditana. Le pregunté yo si esto había sido así y me dijo que había de todo, como siempre, y que a veces los denunciaban los vecinos y a veces no, pero que casi nadie hacía nada por ellos. Yo me extrañé y debí hacer un gesto de desagrado, y María me dijo:
"Es muy fácil hablar. Pero suponga usted ahora que alguien invade España. Suponga que son gente sanguinaria a la que todo el mundo tiene miedo. ¿Cuántos españoles arriesgarían la vida para defender a los gitanos de su pueblo? Venga, sea sincero y dígame cuántos cree que lo harían. Porque aquí, el caso era parecido...
Esto fue en 2001.
Ni supe qué responderle ni he podido olvidarla.
¿Algún voluntario para responder su pregunta?
No voy a hablar, por tanto, de la desproporcionada cifra de colaboracionistas respecto a los cuatro gatos de la resistencia, de los treinta mil franceses que se presentaron para dos mil plazas en la Gestapo, ni de todo el montón de porquerías que se suele sacar a a colación en estos casos. Eso queda para otro momento u otro lugar, y siempre, si puedo, tratando de entender lo que somos los seres humanos.
Lo que quiero, sin embargo, es compartir el testimonio de María, una gaditana expatriada de España durante nuestra guerra civil y que acabó en Lyon por muy diversas vicisitudes. Y quiero compartirlo para que no juzguemos tan a la ligera ni pensemos que somos mucho mejor que nuestros abuelos o nuestros bisabuelos.
Os pongo en antecedentes.
Resulta que antes de la ocupación alemana, los judíos franceses vivían un poco por todas partes, como todo el mundo. No es que hubiese muchos, pero había unas cuantas decenas de miles. Hay quien dice que hasta doscientos mil, pero no me meto en semejante debate. Hasta ahí, todo normal.
Pero resulta que tras la sorpresiva ocupación alemana de Francia, los judíos, con buen criterio, pensaron que tras la rendición el censo caería en manos de los nazis, con lo que no era buena idea seguir residiendo en sus domicilios habituales, porque los pillarían como a ratones por el simple procedimiento de consultar el censo o los registros municipales. Todo normal también, dentro de las circunstancias del momento.
Así las cosas, muchos judíos cambiaron de domicilio, alquilaron otra casa, se fueron al campo, o cambiaron su residencia del algún modo. Pero les sirvió de poca cosa, porque sus vecinos los denunciaban constantemente o simplemente miraban para otro lado cuando los nazis iban a por ellos.
Y aquí es dónde entra María, la gaditana. Le pregunté yo si esto había sido así y me dijo que había de todo, como siempre, y que a veces los denunciaban los vecinos y a veces no, pero que casi nadie hacía nada por ellos. Yo me extrañé y debí hacer un gesto de desagrado, y María me dijo:
"Es muy fácil hablar. Pero suponga usted ahora que alguien invade España. Suponga que son gente sanguinaria a la que todo el mundo tiene miedo. ¿Cuántos españoles arriesgarían la vida para defender a los gitanos de su pueblo? Venga, sea sincero y dígame cuántos cree que lo harían. Porque aquí, el caso era parecido...
Esto fue en 2001.
Ni supe qué responderle ni he podido olvidarla.
¿Algún voluntario para responder su pregunta?
¿Desde cuándo existen los mercados?
Pues no: los mercados no son Dios, como a veces parecen creer los liberales, no existen desde siempre, al menos en su tamaño e importancia actuales. Los mercados eran simples anécdotas por su importancia hasta que se hicieron dueños de todo, ¿pero cómo sucedió tal cosa?
El mundo agrario, con su estructura, gobernó las relaciones de los seres humanos durante milenios, creando instituciones, costumbres y civilizaciones para ello. Pero luego, a partir de mediados del siglo XVIII llegó la revolución industrial y ahí comenzó a cambiar todo. ¿Y cual es uno de los principales cambios, que casi nadie tiene en cuenta?
Las dos mitades de la vida humana que la civilización industrial separó fueron la producción y el consumo. Nada menos.
Estamos acostumbrados, por ejemplo, a pensar en nosotros mismos como productores o consumidores. Esto no fue siempre cierto. Hasta la revolución industrial, la gran mayoría de todos los alimentos, bienes y servicios producidos por la especie humana, eran consumidos por los propios productores, sus familias o una pequeña élite, que recogía los excedentes para su propio uso. No juzgamos si esto era bueno o no, pero está claro que era así.
En casi todas las sociedades agrícolas, la gran mayoría de las personas eran campesinos, que se agrupaban en pequeñas comunidades semiaisladas. Llevaban una vida de mera subsistencia, cultivando apenas lo suficiente para mantenerse ellos vivos y contentos a sus amos o señores. Como carecían de medios para almacenar alimentos durante mucho tiempo, de carreteras para transportar sus productos a mercados lejanos, y sabían además que cualquier aumento en sus rendimientos sería, probablemente, confiscado por el señor feudal, no tenían incentivos para mejorar la tecnología o incrementar la producción.
Existía el comercio, desde luego, pero era una cosa realmente marginal. Casi anecdótica.
Sabemos que un pequeño número de intrépidos mercaderes transportaban mercancías a lo largo de miles de kilómetros por medio de camellos, carretas o barcos. Sabemos que surgieron ciudades que dependían de los alimentos procedentes del campo, pero sabemos que lo común, lo cotidiano, era lo contrario.
Todo este comercio representaba sólo un elemento mínimo en la Historia, comparado con la extensión de la producción para el uso inmediato del campesino. Incluso en el siglo XVI, según Fernand Braudel "toda la región mediterránea —desde Francia y España, por un lado, hasta Turquía al otro— mantenía a una población de sesenta o setenta millones de personas, el 90% de las cuales vivía de los productos de la tierra, produciendo sólo una pequeña cantidad de mercancías para el comercio: El 60% o quizás el 70% de la producción total del Mediterráneo nunca entró en la economía de mercado.”
Y si esto ocurría en la región mediterránea, ¿qué debemos pensar de la Europa del Norte, por ejemplo, donde nadie sabe qué diablos comían hasta que la patata y el maíz llegaron de América? (sí se sabe, comían poco y mal, y eran cuatro gatos, pero permítaseme la licencia)
En el pasado, una parte enorme de la población producía para sí misma y una parte minúscula, para el mercado. Por tanto, para la mayoría de las personas, producción y consumo se fundían en una sola función sustentadora. Era tan completa esta unidad, que los griegos, los romanos y los europeos medievales no distinguían entre las dos ni existía siquiera una palabra para designar al consumidor.
Durante milenios, sólo una minúscula proporción de la gente dependía del mercado y la mayoría de la gente vivía en gran parte fuera de él.
Fue la sistemática aniquilación del hombre independiente lo que hizo triunfar al mercado. pero mucho más tarde. Mucho más tarde...
El mundo agrario, con su estructura, gobernó las relaciones de los seres humanos durante milenios, creando instituciones, costumbres y civilizaciones para ello. Pero luego, a partir de mediados del siglo XVIII llegó la revolución industrial y ahí comenzó a cambiar todo. ¿Y cual es uno de los principales cambios, que casi nadie tiene en cuenta?
Las dos mitades de la vida humana que la civilización industrial separó fueron la producción y el consumo. Nada menos.
Estamos acostumbrados, por ejemplo, a pensar en nosotros mismos como productores o consumidores. Esto no fue siempre cierto. Hasta la revolución industrial, la gran mayoría de todos los alimentos, bienes y servicios producidos por la especie humana, eran consumidos por los propios productores, sus familias o una pequeña élite, que recogía los excedentes para su propio uso. No juzgamos si esto era bueno o no, pero está claro que era así.
En casi todas las sociedades agrícolas, la gran mayoría de las personas eran campesinos, que se agrupaban en pequeñas comunidades semiaisladas. Llevaban una vida de mera subsistencia, cultivando apenas lo suficiente para mantenerse ellos vivos y contentos a sus amos o señores. Como carecían de medios para almacenar alimentos durante mucho tiempo, de carreteras para transportar sus productos a mercados lejanos, y sabían además que cualquier aumento en sus rendimientos sería, probablemente, confiscado por el señor feudal, no tenían incentivos para mejorar la tecnología o incrementar la producción.
Existía el comercio, desde luego, pero era una cosa realmente marginal. Casi anecdótica.
Sabemos que un pequeño número de intrépidos mercaderes transportaban mercancías a lo largo de miles de kilómetros por medio de camellos, carretas o barcos. Sabemos que surgieron ciudades que dependían de los alimentos procedentes del campo, pero sabemos que lo común, lo cotidiano, era lo contrario.
Todo este comercio representaba sólo un elemento mínimo en la Historia, comparado con la extensión de la producción para el uso inmediato del campesino. Incluso en el siglo XVI, según Fernand Braudel "toda la región mediterránea —desde Francia y España, por un lado, hasta Turquía al otro— mantenía a una población de sesenta o setenta millones de personas, el 90% de las cuales vivía de los productos de la tierra, produciendo sólo una pequeña cantidad de mercancías para el comercio: El 60% o quizás el 70% de la producción total del Mediterráneo nunca entró en la economía de mercado.”
Y si esto ocurría en la región mediterránea, ¿qué debemos pensar de la Europa del Norte, por ejemplo, donde nadie sabe qué diablos comían hasta que la patata y el maíz llegaron de América? (sí se sabe, comían poco y mal, y eran cuatro gatos, pero permítaseme la licencia)
En el pasado, una parte enorme de la población producía para sí misma y una parte minúscula, para el mercado. Por tanto, para la mayoría de las personas, producción y consumo se fundían en una sola función sustentadora. Era tan completa esta unidad, que los griegos, los romanos y los europeos medievales no distinguían entre las dos ni existía siquiera una palabra para designar al consumidor.
Durante milenios, sólo una minúscula proporción de la gente dependía del mercado y la mayoría de la gente vivía en gran parte fuera de él.
Fue la sistemática aniquilación del hombre independiente lo que hizo triunfar al mercado. pero mucho más tarde. Mucho más tarde...
La salud mental de los excombatientes. Un par de precisiones inquietantes
Hay casos en los que los datos, crudos y fríos, perjudican más el sentido de lo que se pretende expresar de lo que aportan. Este, creo yo, es uno de ellos: hay montones de datos, verdaderas enciclopedias, sobre las consecuencias del stress de guerra entre soldados norteamericanos, muy especialmente después de la guerra de Vietnam y los conflictos de Irak y Afganistán.
Por lo que parece, han sido estos tres últimos conflictos los que peor han sentado a la salud mental de los excombatientes, con mucho millares de antiguos soldados en tratamiento, montones de suicidios, y demasiados ataques a la población por parte de gente que, con un arma, se volvió tarumba y comenzó a disparar a todo el mundo.
Aquí es posible que sí convenga un dato: entre asesinados y suicidas, la guerra de Vietnam provocó al menos otras diez mil víctimas dentro del territorio de los Estados Unidos, y las dos guerras de Irak van ya por cerca de los dos mil, aunque supongo que estos satos dependen mucho, o casi todo, de la metodología que se emplee.
Lo primero que le viene a la mente a un europeo es por qué suceden estas cosas. Cabe suponer que las personas no son capaces de asumir sus propios actos o no son capaces de encajar lo que han visto o han hecho con sus esquemas mentales y eso destruye su salud mental. pero quizás no sea tan simple
Recuerdo que lo pregunté a mediados de los años noventa a un alto oficial alemán, excombatiente de la II guerra mundial, y nunca olvidaré lo que me respondió:
-¿Sabe usted? Los alemanes también hicimos algunas cosas y vimos algunas cosas durante la guerra, pero aquí, que yo recuerde, nadie se ha vuelto loco y ha salido con un arma a matar a sus vecinos... Seguro que alguno se ha suicidado, por supuesto, pero entre los excombatientes de mi unidad no ha habido ni un solo caso... ¡y somos varios miles!
Seguramente sea sí, y no tengo razones para dudarlo. De hecho, yo tampoco recuerdo haber leído nada sobre ninguna matanza en Alemania organizada por un excombatiente. La pregunta es POR QUÉ.
Y ahí regreso al testimonio de este hombre, ya fallecido hoy en día:
-Pues puede ser por dos razones. Una buena y otra no tanto. Le cuento la buena: Cuando los americanos regresan a casa muchos de sus conciudadanos les tratan como apestados, a pesar de haber vencido, o peor aún cuando perdieron, o casi perdieron, como en Vietnam. Eran los tiempos de los hippies, de la paz, y de la lucha contra el imperialismo, incluso desde dentro. Resulta que han estado lejos, arriesgando su vida y viendo como muchos de sus amigos morían o quedaban mutilados, y cuando regresan a ese mismo país que creían defender se encuentran con que les llaman asesinos, o lacayos defensores de las multinacionales. Y muchos se quebraron por dentro porque no pudieron soportarlo. En nuestro caso, perdimos, nos hicieron prisioneros, pasamos las de Caín, y volvimos a casa, donde todo el mundo nos apreciaba. A mí, incluso me guardaron un par de años mi puesto de trabajo para cuando regresé del campo de prisioneros. Y el tipo al que echaron para que yo regresase a mi puesto ni siquiera se quejó. Era normal, y se acabó. Los excombatientes éramos los soldados de la patria: habíamos luchado por una causa equivocada, cierto, pero habíamos cumplido con nuestro deber y se acabó. Y la diferencia es muy importante. Mucho.
-¿Y por eso no se volvió casi nadie loco en el caso alemán? -le pregunté yo.
-Claro.La genet se vuelve loca cuando algo no encaja en su cabeza y lucha pro hacerlo encajar. Los poobres americanos regresan a menudo a un país distinto del país del que salen, y eso les rompe la cabeza y el espíritu. Esa, ya digo, es la opción buena.
-¿Y la mala?-quise saber.
-La mala es que aquí nadie se volvió loco porque nadie se arrepiente de nada. Se hizo lo que se hizo, se vio lo que se vio, y ya está. Vuelves a casa y no te preocupas más porque así es la vida. Pero eso es mejor dejarlo correr...¿no le parece?
Otro día contaré lo que hablé con un excombatiente ruso. La diferencia es absolutamente inapreciable.
Matamos, quemamos, violamos, volvimos a casa y regamos las patatas, que estaban secándose casi cuando llegue a mi aldea. ¿En qué otra cosa iba a pensar más que en las malditas patatas?
Textualmente, he citado.
Quizás, lo necesario, sería analizar el alma de Europa, pero no me atrevo.
Por lo que parece, han sido estos tres últimos conflictos los que peor han sentado a la salud mental de los excombatientes, con mucho millares de antiguos soldados en tratamiento, montones de suicidios, y demasiados ataques a la población por parte de gente que, con un arma, se volvió tarumba y comenzó a disparar a todo el mundo.
Aquí es posible que sí convenga un dato: entre asesinados y suicidas, la guerra de Vietnam provocó al menos otras diez mil víctimas dentro del territorio de los Estados Unidos, y las dos guerras de Irak van ya por cerca de los dos mil, aunque supongo que estos satos dependen mucho, o casi todo, de la metodología que se emplee.
Lo primero que le viene a la mente a un europeo es por qué suceden estas cosas. Cabe suponer que las personas no son capaces de asumir sus propios actos o no son capaces de encajar lo que han visto o han hecho con sus esquemas mentales y eso destruye su salud mental. pero quizás no sea tan simple
Recuerdo que lo pregunté a mediados de los años noventa a un alto oficial alemán, excombatiente de la II guerra mundial, y nunca olvidaré lo que me respondió:
-¿Sabe usted? Los alemanes también hicimos algunas cosas y vimos algunas cosas durante la guerra, pero aquí, que yo recuerde, nadie se ha vuelto loco y ha salido con un arma a matar a sus vecinos... Seguro que alguno se ha suicidado, por supuesto, pero entre los excombatientes de mi unidad no ha habido ni un solo caso... ¡y somos varios miles!
Seguramente sea sí, y no tengo razones para dudarlo. De hecho, yo tampoco recuerdo haber leído nada sobre ninguna matanza en Alemania organizada por un excombatiente. La pregunta es POR QUÉ.
Y ahí regreso al testimonio de este hombre, ya fallecido hoy en día:
-Pues puede ser por dos razones. Una buena y otra no tanto. Le cuento la buena: Cuando los americanos regresan a casa muchos de sus conciudadanos les tratan como apestados, a pesar de haber vencido, o peor aún cuando perdieron, o casi perdieron, como en Vietnam. Eran los tiempos de los hippies, de la paz, y de la lucha contra el imperialismo, incluso desde dentro. Resulta que han estado lejos, arriesgando su vida y viendo como muchos de sus amigos morían o quedaban mutilados, y cuando regresan a ese mismo país que creían defender se encuentran con que les llaman asesinos, o lacayos defensores de las multinacionales. Y muchos se quebraron por dentro porque no pudieron soportarlo. En nuestro caso, perdimos, nos hicieron prisioneros, pasamos las de Caín, y volvimos a casa, donde todo el mundo nos apreciaba. A mí, incluso me guardaron un par de años mi puesto de trabajo para cuando regresé del campo de prisioneros. Y el tipo al que echaron para que yo regresase a mi puesto ni siquiera se quejó. Era normal, y se acabó. Los excombatientes éramos los soldados de la patria: habíamos luchado por una causa equivocada, cierto, pero habíamos cumplido con nuestro deber y se acabó. Y la diferencia es muy importante. Mucho.
-¿Y por eso no se volvió casi nadie loco en el caso alemán? -le pregunté yo.
-Claro.La genet se vuelve loca cuando algo no encaja en su cabeza y lucha pro hacerlo encajar. Los poobres americanos regresan a menudo a un país distinto del país del que salen, y eso les rompe la cabeza y el espíritu. Esa, ya digo, es la opción buena.
-¿Y la mala?-quise saber.
-La mala es que aquí nadie se volvió loco porque nadie se arrepiente de nada. Se hizo lo que se hizo, se vio lo que se vio, y ya está. Vuelves a casa y no te preocupas más porque así es la vida. Pero eso es mejor dejarlo correr...¿no le parece?
Otro día contaré lo que hablé con un excombatiente ruso. La diferencia es absolutamente inapreciable.
Matamos, quemamos, violamos, volvimos a casa y regamos las patatas, que estaban secándose casi cuando llegue a mi aldea. ¿En qué otra cosa iba a pensar más que en las malditas patatas?
Textualmente, he citado.
Quizás, lo necesario, sería analizar el alma de Europa, pero no me atrevo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)