Hay que intentar tener mano |
Las agencias de inteligencia del mundo entero recopilan tus datos, los procesan y controlan perfectamente quienes son tus conocidos, con quién te tratas, a quienes tienes entre tus amigos y qué redes sociales se tienden entre la población. Con eso creen tener un control absoluto de lo que se mueve, y acaso tengan razón. O no, ya se irá viendo..
Como no hay modo de enfrentarse directamente a ese poder, a los ciudadanos nos queda hacerles un Tujachewsky. Más información sobre ese mecanismo en este libro, aunque sea una novela.
La idea fundamental es que quien no tiene ojos se convierte en topo, y quien tiene demasiados ojos se convierte en mosca. Y eso es lo que podemos hacer con ellos: convertirlos poco a poco en moscas.
En la práctica, la idea consiste en añadir a la agenda del teléfono móvil una docena, o un centenar, de teléfonos al azar. Cada cual tiene que saber el modo de distinguir esos números de los que realmente utiliza: con un prefijo, en una carpeta distinta o cada cual a su buen saber, pero esos teléfonos, inventados y correspondientes apersonas que no conocemos, incrementarán la densidad de nuestra red de contactos, haciendo muy difícil distinguir nuestros verdaderas relaciones de las que simplemente son morralla y ruido.
Como se trata de combinatoria, ¿sabéis hasta qué punto dificulta esta técnica el seguimiento de las listas de contactos? ¿Sabéis en qué orden de magnitud aumentan las redes que hay que rastrear? ¿Sabéis qué tipo de complicación genera distinguir la información real del ruido en cualquier proceso?
Cuando no puedes impedir que te escucha, te queda hablar todo el dí y a lo tonto. Y el que analiza las conversaciones, que se vaya preparando...
Es triste, pero no hay otra...