La muerte de un conocido rappero de izquierdas ha sido seguida, hace escasas fechas, por el asesinato de dos miembros del partido neonazi Amanecer Dorado, ametrallados en la sede su partido.
Estamos, pro tanto, ante un estallido de violencia política, que siempre es la primera parte, o el preludio de un conato de violencia mayor o de una guerra civil.
Esperemos, por supuesto, que la cosa no llegue a tanto y las autoridades griegas sean capaces de atajar estos hechos antes de que vayan a mayores, pero hay que tener en cuenta que los partidos radicales, tanto de derechas como de izquierdas, basan su fuerza en el dominio de las calles y que su concepto de negociar pasa por la superioridad frente al adversario, ya que no se admite otra cosa. O si se admite, se considera como una capitulación que puede desmembrad definitivamente el partido.
En este caso, como en tantos otros, hay que analizar en primer lugar la situación del país y luego la de los contendientes.
Sobre Grecia hay poco que decir: paro galopante, Estado en quiebra, situación social explosiva, inmigración alta al ser puerta de entrada de la Unión Europea y servicios públicos y sociales decrecientes.
El Estado es absolutamente incapaz de recaudar impuestos, lo que lo convierte también en un Estado imposibilitado para mantener la seguridad en el territorio, aunque este extremo se determina por grados y está por ver hasta dónde llega la debilidad del Estado y hasta qué punto mantiene cierta capacidad de maniobra.
Así las cosas, tenemos que en Grecia existe, históricamente, un fuerte movimiento comunista y existe también una importante reacción antimarxista, lo que ya dio lugar a una guerra civil (1941-1950) que ganaron las derechas , atajando el primer conato de revolución comunista en la posguerra.
La actual situación ha polarizado de nuevo la sociedad, cansada de la aparente inoperancia de los partidos tradicionales. Por un lado, una parte de la población se ha acercado a las tesis marxistas más radicales, culpando de la actual situación al sistema capitalista y, por otra, parte de los electores prefieren una solución de corte nacionalista radical, a la que le suponen mayor respeto a la propiedad privada aunque la misma o mayor contundecia que a los comunistas a nivel social.
La lucha política e ideológica se centra y se seguirá centrando en la captación de la clase popular. Aunque en un principio esa batalla puede parecer ganada por las izquierdas, la realidad se ha demostrado tozuda a lo largo de la historia y no parece que eso esté tan claro. El avance de la ultraderecha francesa de Marine Le Pen no se está produciendo a costa de los votos de la derecha moderada, sino de la izquierda más radical, y de los socialista. Y no es el único ejemplo.
El talón de Aquiles de ambos movimientos es similar: su horrible pasado. Tanto los comunistas como los nazis tiene su armario repleto de cadáveres, y son responsables de ríos, océanos de sangre. Los nazis, sin embargo, en la mente colectiva, tienen algunas ventajas:
-Se comprometen a respetar la propiedad privada, lo que los convierte en la opción menos mala para los países del entorno.
-El nazismo lucha contra la inmigración, pero no contra la emigración. Uno de los aspectos que más han repugnado a los habitantes de países comunistas ha sido el de "nación prisión", con fronteras vigiladas para evitar la salida de sus propios ciudadanos.
-Tanto el comunismo como el nazismo aparecen hoy como doctrinas caducadas, pero en la mente colectiva permanece la idea de que el nazismo no murió de hambre, lo cual es muy importante cuando se trata de combatir una crisis económica.
En cuanto a los comunistas, cuentan con las siguientes bazas:
-Mayor apoyo de la intelectualidad y grupos de presión de toda Europa y América.
-Mayor aceptación de sus premisas en los foros internacionales.
-Posible, aunque no probable, apoyo de China.
-Posibilidad ofrecer ganancias reales y materiales a sus seguidores tras las oportunas expropiaciones, lo que les haría contar con un núcleo central inexpugnable formado pos los completamente desposeídos.
Ante esta situación, y si llegara estallar la violencia, creemos que si los enfrentamientos empiezan pronto, vencerán los nazis o los más próximos a ellos, mientras que si se logra mantener la paz hasta un momento ya terminal, pueden vencer los comunistas.
Por lo tanto, y como conclusión, cabe esperar que los nazis traten de desencadenar acciones violentas cuanto antes, mientras que los comunistas, por razones estratégicas, intenten desenvolver una estrategia de mayor contención, por el momento.
El Gobierno heleno, y la inmensa mayoría de ciudadanos de este país, deberían, entre tanto, hacer lo posible por desactivar cualquier movimiento inclinado a la violencia. Su supervivencia les va en ello.
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